Deudas y Salud: una relación silenciosa pero poderosa.

Deudas y Salud
Claudia Blanco| Departamento de Marketing Madrid - 7 abril 2025

En el Día Mundial de la Salud 2025, es momento de dar a conocer un problema que afecta en silencio a millones de personas: el impacto de las deudas en la salud mental.

Aunque generalmente se entiende el dinero como una cuestión solo financiera, en realidad, sus efectos pueden ser mucho más profundos. De hecho, las deudas no solo afectan tu bolsillo; además, alteran tu bienestar emocional, afecta en tu descanso e incluso dañan tus relaciones personales.

Por lo tanto, cuando los problemas económicos se vuelven constantes o, peor aún, superan nuestra capacidad de afrontarlas, tarde o temprano se cambian en una amenaza real para nuestra salud mental.

Entender cómo influyen, reconocer las señales de alarma y aprender a controlarlas es clave para proteger tu salud integral.

¿Qué son las deudas y por qué generan tanto estrés?

Una deuda, en términos simples, es un compromiso de pago con la promesa de ser pagada en el futuro. Puede tomar muchas formas: desde un préstamo personal o una tarjeta de crédito, hasta hipotecas, deudas de estudios, créditos comerciales o incluso préstamos sin contrato entre conocidos.

El problema no es necesariamente deber, sino, más bien, cómo se controlan las deudas. De hecho, cuando se pierde el control o, peor aún, se supera la capacidad de pago, se activa un círculo vicioso de estrés, miedo y culpa. Como resultado, este proceso empeora poco a poco el control emocional.

Entre las causas que agravan el estrés económico se encuentran:

  • La presión por no poder cumplir con los pagos.
  • Las llamadas de cobro o amenazas de embargo.
  • El miedo a perder bienes o servicios básicos.
  • La vergüenza social relacionada a la deuda.
 

Este estrés puede convertirse en una rutina, afectando la salud física y mental si no se atiende a tiempo.

Deudas y salud mental: un vínculo peligroso

Tener deudas no es solo una cuestión de dinero, sino emocional y psicológica. El peso de deber dinero puede volverse una carga insoportable que impacta en:

  • La autoestima.
  • Las relaciones personales.
  • La calidad del sueño.
  • La motivación y el estado de ánimo.
 

Por ejemplo, las conocidas tarjetas revolving son una de las formas de crédito más perjudiciales para la salud mental. Sus altos intereses y pagos muy comunes generan un estrés crónico difícil de cortar.

Principales efectos de las deudas en la salud

Las deudas pueden convertirse en una fuente continua de estrés mental. A continuación, comparto algunos de los efectos más comunes:

  1. Ansiedad generalizada:

La ansiedad de las deudas aparece, generalmente, en un estado continuo de alerta. En muchos casos, la persona se siente estancada en pensamientos continuos sobre cómo saldar sus compromisos, qué sucederá si no paga a tiempo o, peor aún, cómo ocultar su situación ante los demás. Como resultado, estos pensamientos provocan síntomas físicos como taquicardia, mucho sudor, tensión muscular, dificultad para concentrarse y sensación de ahogo.

  1. Trastornos del sueño:

El insomnio es, sin duda, uno de los primeros síntomas que aparece cuando existe una carga financiera significativa. De hecho, la mente se mantiene activa durante la noche, repasando una y otra vez los problemas económicos. Como consecuencia, este proceso impide un descanso reparador. Al día siguiente, la fatiga, la irritabilidad y la falta de claridad mental se acumulan progresivamente, dificultando aún más la capacidad de enfrentar las responsabilidades diarias.

  1. Depresión y falta de motivación:

Las deudas pueden generar desánimo. Algunas personas comienzan a sentirse fallidas, inútiles o con culpa constante por no haber evitado llegar a esa situación. Esta sensación de bloqueo puede derivar en cuadros tristes que afectan la vida personal, profesional y social, evitando tomar decisiones o buscar respuestas.

  1. Aislamiento social:

Por vergüenza o por no poder pagar salidas, regalos o compromisos, muchas personas con deudas empiezan a evitar reuniones sociales, celebraciones familiares o encuentros con amigos. Esta separación aumenta la sensación de soledad, agrava los problemas de autoestima y crea un círculo difícil de romper.

  1. Problemas de pareja o familiares:

El dinero sigue siendo una de las principales causas de conflicto en relaciones personales. Las deudas generan tensiones, discusiones y desconfianza. La falta de comunicación clara sobre el tema financiero puede deteriorar vínculos importantes, afectando la estabilidad emocional del núcleo familiar.

¿Por qué es tan difícil hablar de deudas?

Una de las dificultades más grandes para abordar las deudas es el estigma social. Muchas personas sienten que tener deudas es igual a fracaso, irresponsabilidad o mala gestión. Sin embargo, la realidad es mucho más compleja.

Existen muchas opciones que pueden llevar a una persona a tener deudas: pérdida de empleo, enfermedades, emergencias familiares, falta de educación financiera, separación de pareja, entre otros. Nadie está exento. Pero el silencio alimenta el problema. Cuanto más callamos, más difícil se vuelve pedir ayuda, buscar consejo o, simplemente, desahogarnos emocionalmente.

Hablar de dinero sigue siendo un tabú, especialmente cuando se trata de reconocer que no se está en una buena posición. Romper este silencio es un acto de valentía y de salud mental.

Estrategias para enfrentar las deudas sin dañar la salud

  • Reconoce la situación sin juzgarte

Aceptar lo que estás viviendo sin culpa te permitirá actuar con más claridad.

  • Crea un plan financiero realista

Organiza tus ingresos y gastos. Prioriza pagos, negocia con las entidades y considera opciones como la consolidación de deudas.

  • Busca asesoría profesional

No estás solo. Por suerte, existen organizaciones como DMD que ofrecen ayuda financiera gratuita o accesible. Además, puedes recurrir a terapeutas o psicólogos especializados en ansiedad financiera. De este modo, contar con apoyo profesional ayuda a mejorar tu bienestar emocional y a desarrollar estrategias efectivas para enfrentar tus deudas.

  • Mantén hábitos saludables

Dormir bien, comer de forma equilibrada y hacer ejercicio físico mejora la respuesta del cuerpo al estrés y favorece la toma de decisiones.

  • Habla con tu entorno cercano

Pedir apoyo emocional o compartir lo que sientes puede aliviar la presión interna. El estar solo agrava el problema.

¿Cuándo es buen momento para pedir ayuda?

Si tus deudas económicas comienzan a afectar tu bienestar emocional o, peor aún, tu día a día, no esperes a que la situación empeore. Por lo tanto, es fundamental que busques ayuda si sientes:

  • Dificultad para dormir o descansar adecuadamente.
  • Cambios en el apetito o en tus rutinas diarias.
  • Cansancio emocional o sensación de desbordamiento.
  • Falta de concentración o bajón en tu estado de ánimo.
  • Ganas de estar solo o sentir que todo te supera.

La salud mental también necesita estabilidad financiera

En este Día Mundial de la Salud, es fundamental reconocer que la salud mental está muy ligada a nuestra realidad económica. Las deudas no son solo cifras en una hoja de cálculo: son experiencias humanas que afectan profundamente nuestro estado saludable.

No estás solo. De hecho, cada vez más personas están pasando por lo mismo, y hablarlo abiertamente no solo es una manera de sanar, sino también de construir una red de apoyo. Por lo tanto, pedir ayuda no debe percibirse como una señal de debilidad, sino más bien como un acto de responsabilidad y autocuidado.

En resumen, romper el silencio, informarse adecuadamente y actuar con compasión hacia uno mismo representa el camino hacia una vida más estable y saludable, tanto emocional como financieramente.